Manual de Vivero
1. Invernáculos
“El invernáculo es una construcción destinada a resguardar
los cultivos de plantas hortícolas, frutícolas, ornamentales o cualesquiera
otra, en condiciones más favorables o más seguras que al aire libre”. Esta
tecnología permite producir plantas que requieren control de temperaturas,
humedad y luz. También, para producir fuera de temporada, lograr producciones
anticipadas o especies que requieren especiales cuidados, sobre todo las
ornamentales de interior.
Ventajas y desventajas de los invernáculos
Cultivo en invernadero Ventajas Permite producir plantas delicadas o
de clima controlado.
Incorpora nuevas especies. Aumenta la producción.
Cultivo a cielo abierto
Es más económica ya que no requiere realizar inversiones.
Cultivo en
invernadero Desventajas
Es más costoso. Es necesario cambiar el plástico cada 3
años. Residuo no biodegradable.
Rendimiento mucho menor. Período de cosecha breve. Período
libre de heladas aleatorio.
No permite realizar cultivos sensibles al clima.
El invernáculo es una construcción caracterizada por poseer:
• una cubierta transparente a las radiaciones necesarias
para la vida de las plantas, de donde resulta una modificación del clima
exterior;
• dimensiones apropiadas para las especies a cultivar y para
que un hombre trabaje en su interior;
• un sustrato natural o artificial con provisión de agua;
• dispositivos que permitan intercambios de aire con el
exterior;
• eventualmente dispositivos para evitar valores extremos no
deseados en los parámetros climáticos.
Ubicación del invernáculo
Para la ubicación del invernáculo, es necesario considerar
la cercanía de diversos servicios, especialmente el suministro de energía
eléctrica, la vivienda del operario responsable de su manejo, la red viaria y
las comunicaciones.
La superficie ocupada por el invernáculo debe estar bien
nivelada, algo más alta que los terrenos circundantes y rodeados de zanjas o
canales que permitan el rápido escurrimiento de las lluvias.
A su vez, se tendrá en cuenta el abastecimiento y la calidad
del agua necesaria para el riego. La mayoría de las especies cultivadas bajo
invernáculo son sumamente sensibles a las aguas “duras” o de mala calidad, por
lo que este elemento muchas veces condiciona la especie a cultivar.
Debe seleccionarse el tipo de suelo cuya textura y pH sean
la más favorable para las especies que se desean cultivar, con calidad uniforme
en toda su superficie, buen drenaje, equilibrado en elementos nutritivos, sin
exceso de sales y con una vida microbiana intensa.
Es importante buscar la protección contra vientos no
deseados ya que su dirección y velocidad afectan en gran medida al invernáculo,
ejerciendo una acción mecánica (daños sobre la estructura y/o cubierta) e
influyendo en el incremento de las pérdidas de calor. En zonas no protegidas,
debe considerarse la construcción de cortinas rompe vientos.
Fuente: MANUAL DE VIVERO
2º AÑO CICLO BÁSICO AGRARIO
VERSIÓN PRELIMINAR
DIRECCIÓN PROVINCIAL DE EDUCACIÓN TÉCNICO PROFESIONAL
DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN AGRARIA
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