Parte de la planta. Orquídeas (2/2)

Parte de la planta. Orquídeas (2/2)

FLORES: Como sucede en la mayoría de las monocotiledóneas, su flor está
constituida por verticilos de tres sépalos, desprovistos de clorofila, que protegen la
flor una vez que se abre; tres pétalos y una columna central que sustenta las anteras
y el pistilo llamada ginostemo. Los dos pétalos superiores son idénticos, pero el
inferior, el labelo, se ha transformado en la estructura más llamativa de la flor, con
sus propios colores, formas y tamaños que pueden ser muy diferentes en función de
la especie que se trate. Las flores pueden ser aisladas o en inflorescencias laterales.
Sus órganos sexuales contienen los filamentos que llevan los órganos de
reproducción que están parcial o totalmente soldados entre sí o columna; antera o
pequeños sacos cápsulas que contienen entre dos a doce polinias blandos o duros
en cuyo interior se encuentran los millones de granos de polen que se adhieren a los
visitantes o insectos los cuales son sus agentes polinizadores. Los estambres están a
un lado de la flor y generalmente nada más un estambre es fértil. Y por último, el
róstelo que es una curiosa derivación del tejido propio del estigma o cavidad viscosa
de la columna.
La columna tiene una antera portadora de polen y un estigma femenino que segrega
un fluido pegajoso hacia el interior de la flor. Los insectos son atraídos por ese
néctar, y al intentar salir de la flor quedan impregnados con el polen de las anteras.
Al visitar la siguiente flor de la misma especie efectúan el mismo recorrido y el
estigma recibe el polen, efectuándose así la polinización. Se trata de un mecanismo
muy avanzado y que implica una evolución paralela entre las orquídeas y los insectos
que visitan sus flores.
Las orquídeas más cultivadas de todo el mundo gracias a su fácil cultivo y al gran
número de híbridos, son las del Género Cymbidium, siendo Holanda y Francia los
principales países productores. Una vez fecundada, la flor sufre un giro en el
transcurso de su desarrollo, el cual es conocido como resupinación. Luego se
transforma en fruto que produce una gran cantidad de semillas muy pequeñas. Es
interesante hacer notar que de 3.000.000 aproximados de semillas que se producen
en cada fruto de orquídea, solo unas cuantas son las que logran germinar de forma
natural en la naturaleza, pues casi no tienen sustancias de reserva y requieren ser
colonizadas por un hongo (como puede ser alguno del género Rhizoctonia A.DC.) el
cual, le proporciona los nutrientes necesarios, sobre todo en las primeras fases de su
desarrollo.
Fuente: mailxmail.com/curso-cultivo-cuidados-orquideas/parte-planta-orquideas-2-2]

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