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El cultivo de las Heliconias



El cultivo de las Heliconias
Se ha informado el ataque de algunos insectos (38), así como de algunos hongos (39, 40, 41) asociados a las inflorescencias, mientras que la presencia de hongos patógenos (42, 43) puede causar serios daños al follaje.
Los ataques de plagas no suelen ocasionar problemas de cultivo graves. Los más comunes son causados por áfidos, que se alimentan del néctar de las inflorescencias, pudiendo producir daños en las brácteas y por ácaros, que infestan las hojas en condiciones climáticas cálidas y secas, tanto al aire libre como en invernadero (7).
Las pudriciones de raíces por hongos (Cylindrocladium sp., Pythium splendens y Rhizoctonia solani) y los ataques de nematodos (Radopholus, Pratylenchus, Rotylenchulus, Meloidogyne y Helicotylencus) suelen plantear los mayores problemas de cultivo para las heliconias.
En cambio, los hongos que atacan a las hojas (Cercospora, Curvularia, Helminthosporium, Phomopsis, Phylosticta, Septoria y Mycosphaerella) no suelen generar ataques serios ni precisar tratamiento.
Se han descrito casos de marchitez bacteriana causada por Pseudomonas solanacearum en Hawai. Aunque no parecen ser susceptibles, las heliconias pueden ser portadoras del patovar de Pseudomonas solanacearum causante del Moko de la platanera, por lo que los países cultivadores de bananos han prohibido la importación de heliconias de áreas donde esta enfermedad se halla presente.
Se han citado también ataques del mosaico del pepino (CMV), pero sus síntomas sólo se han visto en plantas que sufrían otras causas de estrés (17).
RECOLECCIÓN Y POSCOSECHA
Las heliconias suelen recolectarse cuando dos o tres de las brácteas están abiertas, pues no continúan abriendo después de recolectadas ni aún usando soluciones de apertura. Para ello se cortan los pseudotallos desde su base. Las flores se suelen comercializar sin hojas, pero se dejan los pecíolos próximos a la flor para protegerla en el transporte. A diferencia de las restantes especies, H. psittacorum se recolecta con una o dos brácteas abiertas, pudiendo cortarse o arrancarse con un tirón seco y se suele comercializar con hojas (12). Una vez cortadas, las flores se ponen en agua para rehidratarlas y se almacenan a 13-15ºC. Nunca deben exponerse a temperaturas inferiores a 10ºC, ya que sufren daños por frío.
La duración de las flores varía considerablemente, dependiendo de la especie y el cultivar. La mayoría de los estudios acerca del comportamiento poscosecha se han hecho en H. psittacorum. De acuerdo con los resultados de Broschat y Donselman para el cv.‘Andromeda’, conviene recolectar a primera hora de la mañana, ya que la duración de las flores se reduce considerablemente cuando  se cortan a mediodía. La aplicación de diferentes soluciones
hidratantes no ha permitido alargar la duración de las flores ni mejorar su absorción de agua. Los únicos resultados positivos se han obtenido aplicando antitranspirantes para evitar las pérdidas de agua (44).
Fuente: Jerez, E.
EL CULTIVO DE LAS HELICONIAS
Cultivos Tropicales, vol. 28, núm. 1, 2007, pp. 29-35
Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA)
La Habana, Cuba

EL CULTIVO DE LAS HELICONIAS



EL CULTIVO DE LAS HELICONIAS
La floración se inicia generalmente a los nueve o 12 meses de realizada la plantación, prolongándose durante toda la temporada primaveral en la mayoría de las especies; en algunas como H. latispatha, se mantiene con mayor o menor intensidad durante todo el año. Una vez que la inflorescencia alcanza su desarrollo óptimo (lo que se conoce por su coloración y por hacerse aparentes las flores verdaderas dentro de las brácteas), se procede al corte y la recolección de los tallos, atándolos en mazos de una o dos docenas (según la especie), colocándolos en recipientes o tanques para flores situados en
lugar sombreado y fresco, o en cámaras frigoríficas. El momento o la duración de la floración pueden verse afectados por períodos de lluvia o sequía (33), atrasándola o
adelantándola, al igual que por el fotoperíodo (34), mientras que la talla que alcance la inflorescencia estará influida por el tamaño del rizoma que se plante (20). El tiempo de permanencia de las inflorescencias, una vez cortadas en florero, varía de siete a 25 días, mientras que el empleo de algunas sustancias preservantes puede hacer más largo este período (35).
ATENCIONES CULTURALES
Las atenciones culturales al cultivo, debido a su rusticidad, se reducen a la aplicación adicional de agua mediante el riego y la fertilización. H. psittacorum responde positivamente a altos aportes de N, por lo que se recomiendan aplicaciones de
650 g de N/m2 y año de un equilibrio 3N-1P-2K mediante abonos de lenta liberación en el momento de la plantación y posteriormente una vez cada año (12). El uso de
este tipo de fertilizantes se justifica en las menores pérdidas por lavado, el ahorro de mano de obra y la dificultad de distribuir bien los fertilizantes, cuando las pocetas se
llenan de plantas. Los resultados de experiencias variando la relación N/K indican que en Florida el potasio no es factor limitante para esta especie (21).
Estudios posteriores han encontrado que aplicaciones de 1.2 kg de N/m3 de un equilibrio 2N:1P:1K a H. X ‘Golden Torch’ dan máxima respuesta para peso de
inflorescencia, área foliar y peso seco de todas las partes vegetativas. Estos resultados son bastante similares a los obtenidos en Florida, cuando se tiene en cuenta el
tamaño de las pocetas. No obstante, en este trabajo se ha encontrado que una menor proporción de nitrógeno (1N:1K) permitiría optimizar conjuntamente la producción
de flores y el crecimiento vegetativo (36).
No existen estudios sobre otras especies de heliconias. En base a la experiencia, se recomienda aplicar 200g/planta de un fertilizante soluble de equilibrio 1N-
1P-1K tres o cuatro veces al año (17).
Las deficiencias de N son muy frecuentes en la mayoría de las especies y se manifiestan por un amarilleo general del follaje y una disminución del crecimiento (23).
Las deficiencias de K son comunes en H. angusta y H. stricta ‘Sharoni’. Su sintomatología consiste en una necrosis marginal de las hojas viejas, acompañada de
una clorosis marginal o internervial (37). Las deficiencias de Mg aparecen primero en las hojas más viejas y se caracterizan por el amarilleamiento de los bordes de las
hojas (12). Las carencias de Fe y Mn son frecuentes en H. psittacorum y H. x ‘Golden Torch’, cuando se cultivan en suelos con alto pH y también cuando hay pudriciones
de raíz o ataques de nematodos. Las de Fe se caracterizan por clorosis internerviales en las hojas más jóvenes, que se acompañan de bandas necróticas para el Mn (12).
El estrés hídrico es frecuentemente un factor limitante de la producción y calidad en H. psittacorum, afectando muy negativamente a la duración de poscosecha de las flores. Se manifiesta por un enrollamiento longitudinal de las hojas. Aunque las heliconias requieren gran cantidad de agua, un mal drenaje causa desórdenes nutricionales
y pudrición de raíces. En cuanto al consumo de agua, apenas existen referencias. Se aconseja aplicar 1 cm/ día de agua para el cultivo de H. psittacorum bajo invernadero
en Florida (21). Cuando se cultiva en suelo, las dosis pueden ser bastante menores ya que son complementarias a la lluvia.
Fuente: Jerez, E.
EL CULTIVO DE LAS HELICONIAS
Cultivos Tropicales, vol. 28, núm. 1, 2007, pp. 29-35
Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA)
La Habana, Cuba

Jerez, E. EL CULTIVO DE LAS HELICONIAS


   

Jerez, E.
EL CULTIVO DE LAS HELICONIAS
Cultivos Tropicales, vol. 28, núm. 1, 2007, pp. 29-35
Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA)
La Habana, Cuba
INTRODUCCIÓN
Las heliconias constituyen, junto a las alpinias, lirio antorcha, anturios, entre otros, un grupo de flores tropicales nativas de la América Tropical (1, 2) muy poco conocidas
en el país; sin embargo, presentan amplias posibilidades florísticas, calidades insuperables y durabilidad sobresaliente, todo lo cual hacen de ellas renglones de
amplias perspectivas en la producción de flor cortada.
Por otra parte, dicha especie presenta condiciones agronómicas interesantes, como su alta resistencia a las características climáticas del país y al ataque de plagas y enfermedades, así como su amplia rusticidad; además, su fácil propagación, largos períodos de floración y carácter permanente hacen de ellas renglones de significativa
importancia para el trazado y cumplimiento de planes de producción, que permiten el máximo aprovechamiento de las tierras de cultivo y las áreas marginales
existentes en toda explotación florícola (3).
El género Heliconia (4) presenta de 225 a 250 especies en el mundo; Colombia es el que mayor número de especies tiene (aproximadamente 93). Las heliconias son el único género en la familia de las heliconiaceas que es miembro de un gran orden botánico llamado Zingiberales.
Hay varias características que hacen de este un orden de fácil reconocimiento; entre esas características se pueden incluir las hojas largas y grandes inflorescencias de
vistosos colores.
RESUMEN. Este trabajo tiene como objetivo actualizar los conocimientos acerca de las heliconias, de gran importancia para la floristería. Se analizan aspectos relacionados con la taxonomía del cultivo, la descripción botánica y su biología floral, genética y mejora. Se hace hincapié en la forma de propagación e influencia que las condiciones ambientales ejercen en el crecimiento y la floración, así como las atenciones culturales
necesarias para lograr mejor calidad en la producción; por último, se valoran algunos criterios acerca de la recolección y su comercialización.
Palabras clave: heliconia, taxonomía, anatomía vegetal,propagación de plantas, crecimiento, floración, mercadeo
Un aspecto relevante de las heliconias es que pueden ser utilizadas tanto para el ornato de parques y jardines, como flores de corte, así como cultivos para producir semillas certificadas con fines de exportación.
En la actualidad, la demanda de plantas ornamentales se ha incrementado notablemente, tanto a nivel nacional como internacional y, sin lugar a dudas, hoy en día su cultivo se ha convertido en un factor de importancia en la economía agrícola de muchos países incluido el nuestro.
Las heliconias consiguen su belleza solo en el trópico, que les brinda la abundancia de agua y los cambios de temperatura que determinan su frescura y durabilidad, así como la fuerte incidencia de la luz y el sol, que le dan la vistosidad de su colorido.
El objetivo de la presente revisión bibliográfica es actualizar los conocimientos acerca de este cultivo, dado el interés que tiene en la floristería.
Fuente: Cultivos Tropicales
ISSN (Versión impresa): 0258-5936
revista@inca.edu.cu
Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA)
Cuba
Dr.C. E. Jerez, Investigador Auxiliar del Departamento de Fisiología y
Bioquímica, Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas, Gaveta Postal 1,
San José de las Lajas, La Habana, Cuba, CP 32700.
 ejerez@inca.edu.cuDr.C. E. Jerez, Investigador Auxiliar del Departamento de Fisiología y Bioquímica, Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas, Gaveta Postal 1,
San José de las Lajas, La Habana, Cuba, CP 32700.
 ejerez@inca.edu.cu

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