Cultivo de la Rosa
El injerto de vareta o injerto inglés, rara vez se utiliza
para la producción comercial de flor de corte, ya que también requiere
demasiado tiempo.
Para el injerto de yema el patrón más común es Rosa manetti
y, ocasionalmente R. odorata. En Nueva Zelanda se emplea R. multiflora inermis
y en zonas más frías como Holanda, R. canina.
El material para los patrones se obtiene de plantas que han
sido tratadas con calor para la eliminación de virus y otras enfermedades. A
finales de septiembre se cortan los brotes largos de las plantas patrón, se les
eliminan las espinas y se sumergen en una solución de hipoclorito sódico (1/3
de 1%) durante 15 minutos. Se cortan en segmentos de 20-21 cm y se quitan las
yemas de las estacas, retirando todas las yemas inferiores, dejando tres en el
extremo superior. Después del tratamiento o desinfección del suelo, se procede
al abonado de fondo previo análisis de suelo. Los tallos se tratan con hormonas
enraizantes y se plantan en surcos separados a 122 cm, distanciándolos a 13 cm,
desde mediados de noviembre hasta mediados de diciembre, dando un riego
inmediatamente después de la plantación.
El injerto normalmente se realiza a mitad de junio, cuando
ya hay suficiente enraizamiento y la corteza se puede pelar fácilmente. Se
practica una incisión en forma de "T" hasta la profundidad del
cambium, bajo los brotes del patrón. Se inserta entre las solapas que forman la
"T" la yema procedente del brote de un cultivar elegido, procurando
un sistema de sujeción por encima y por debajo de la yema. Transcurridas 3-4
semanas se corta aproximadamente 1/3 del patrón por encima del injerto y se
rompen las puntas, las cuales serán eliminadas 3 semanas después, cuando se
extraen los patrones del suelo. Las plantas se limpian y se clasifican según su
calidad (desarrollo del sistema radicular, crecimiento de la planta, etc.), se
empaquetan y se almacenan en frío (0-2ºC) hasta que se transportan al
floricultor entre enero y junio.
En Holanda se emplea una técnica alternativa conocida como
"stenting", que consiste en injertar lateralmente el cultivar deseado
sobre una estaquilla del portainjertos que se enraíza mediante los métodos
normales de propagación. Actualmente también es posible la producción de
rosales in vitro.
6. REQUERIMIENTOS CLIMÁTICOS
6.1. Temperatura
Para la mayoría de los cultivares de rosa, las temperaturas
óptimas de crecimiento son de 17ºC a 25ºC, con una mínima de 15ºC durante la
noche y una máxima de 28ºC durante el día. Pueden mantenerse valores
ligeramente inferiores o superiores durante períodos relativamente cortos sin
que se produzcan serios daños, pero una temperatura nocturna continuamente por
debajo de 15ºC retrasa el crecimiento de la planta, produce flores con gran
número de pétalos y deformes, en el caso de que abran. Temperaturas
excesivamente elevadas también dañan la producción, apareciendo flores más
pequeñas de lo normal, con escasos pétalos y de color más cálido.
Iluminación
El índice de crecimiento para la mayoría de los cultivares
de rosa sigue la curva total de luz a lo largo del año. Así, en los meses de
verano, cuando prevalecen elevadas intensidades luminosas y larga duración del
día, la producción de flores es más alta que durante los meses de invierno.
Una práctica muy utilizada en Holanda consiste en una
irradiación durante 16 horas, con un nivel de iluminación de hasta 3.000 lux
(lámparas de vapor de sodio), pues de este modo se mejora la producción
invernal en calidad y cantidad.
No obstante, a pesar de tratarse de una planta de día largo,
es necesario el sombreo u oscurecimiento durante el verano e incluso la
primavera y el otoño, dependiendo de la climatología del lugar, ya que elevadas
intensidades luminosas van acompañadas de un calor intenso. La primera
aplicación del oscurecimiento deberá ser ligera, de modo que el cambio de la
intensidad luminosa sea progresivo.
Se ha comprobado que en lugares con días nublados y nevadas
durante el invierno, podría ser ventajosa la iluminación artificial de las
rosas, debido a un aumento de la producción, aunque siempre hay que estudiar
los aspectos económicos para determinar la rentabilidad.
Fuente: Cultivo de la Rosa
Publicado por: Marcela Aguilera, Operadora SITEC V Región.
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