Cultivo de la Rosa
Ventilación y enriquecimiento en CO2
En muchas zonas las temperaturas durante las primeras horas
del día son demasiado bajas para ventilar y, sin embargo, los niveles de CO2
son limitantes para el crecimiento de la planta. Bajo condiciones de invierno
en climas fríos donde la ventilación diurna no es económicamente rentable, es
necesario aportar CO2 para el crecimiento óptimo de la planta, elevando los
niveles a 1.000 ppm. Asimismo, si el cierre de la ventilación se efectúa antes
del atardecer, a causa del descenso de la temperatura, los niveles de dióxido
de carbono siguen reduciéndose debido a la actividad fotosintética de las
plantas.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que las rosas
requieren una humedad ambiental relativamente elevada, que se regula mediante
la ventilación y la nebulización o el humedecimiento de los pasillos durante
las horas más cálidas del día.
La aireación debe poder regularse, de forma manual o
automática, abriendo los laterales y las cumbreras, apoyándose en ocasiones con
ventiladores interiores o incluso con extractores (de presión o sobrepresión).
Ya que así se produce una bajada del grado higrométrico y el control de ciertas
enfermedades.
7. CULTIVO EN INVERNADERO
Con el cultivo de rosa bajo invernadero se consigue producir
flor en épocas y lugares en los que de otra forma no sería posible,
consiguiendo los mejores precios. Para ello, estos invernaderos deben cumplir
unas condiciones mínimas: tener grandes dimensiones (50 x 20 y más), la
transmisión de luz debe ser adecuada, la altura tiene que ser considerable y la
ventilación en los meses calurosos debe ser buena. Además, es recomendable la
calefacción durante el invierno, junto con la instalación de mantas térmicas
para la conservación del calor durante la noche.
7.1. Preparación del suelo
Para el cultivo de rosas el suelo debe estar bien drenado y
aireado para evitar encharcamientos, por lo que los suelos que no cumplan estas
condiciones deben mejorarse en este sentido, pudiendo emplear diversos materiales
orgánicos.
Las rosas toleran un suelo ácido, aunque el pH debe
mantenerse en torno a 6. No toleran elevados niveles de calcio, desarrollándose
rápidamente las clorosis debido al exceso de este elemento. Tampoco soportan
elevados niveles de sales solubles, recomendando no superar el 0,15%.
La desinfección del suelo puede llevarse a cabo con calor u
otro tratamiento que cubra las exigencias del cultivo. En caso de realizarse
fertilización de fondo, es necesario un análisis de suelo previo.
7.2. Plantación
La época de plantación va de noviembre a marzo. Esta se
realizará lo antes posible a fin de evitar el desecamiento de las plantas, que
se recortan 20 cm; se darán riegos abundantes (100 l de agua/m2), manteniendo
el punto de injerto a 5 cm por encima del suelo.
En cuanto a la distancia de plantación la tendencia actual
es la plantación en 4 filas (60 x 15 cm) (viveristas no especializados) o 2
filas (40 x 20 ó 60 x 12,5 cm) con pasillos al menos de 1 m (viveristas
especializados), es decir, una densidad de 6 a 8 plantas/m2 cubierto. De este
modo se consigue un mantenimiento más sencillo y menores inversiones.
Fuente: Cultivo de la Rosa
Fuente: Infoagro.com
Publicado por: Marcela Aguilera, Operadora SITEC V Región.
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