Orugas pegadoras y enrolladoras de las hojas “Leaftiers, Leafrollers”



LAS PLAGAS COMUNES DEL JARDÍN
Identificación y Manejo Integrado

Orugas pegadoras y enrolladoras
de las hojas
“Leaftiers, Leafrollers”
Estas orugas miden entre 4 mm y 30 mm de longitud. La mayoría son verdes con
tonalidades marrones o grises (Fig. 35B, C).
Las pegadoras de las hojas pegan dos o más hojas con hilos de seda para refugiarse. Se
alimentan de las hojas pegadas y de las circundantes (Fig. 35C). Las enrolladoras
de las hojas se diferencian porque usan una sola hoja como refugio. Una población muy
numerosa de estas plagas puede causar una defoliación severa.
Algunas especies pasan a la etapa de pupa debajo de la hojarasca y objetos que estén
en los alrededores. En otras la pupa se queda pegada en las hojas. Los adultos son
alevillas pequeñas de color marrón opaco.
La distancia entre los extremos de sus alas extendidas varía entre 13 mm y 27 mm.

Manejo integrado de orugas
1. Inspeccione las plantas antes de introducirlas a su lugar de siembra y
rechace las infestadas con orugas y otras plagas.
2. Mantenga los alrededores libres de malezas que le provean alimento a las
orugas.
3. Examine las plantas con frecuencia para detectar las orugas. En caso de no
encontrar orugas en el follaje, busque en el suelo y en los alrededores de la
planta. Separe los tiestos con plantas infestadas.
4. Remueva manualmente las orugas. Use guantes, pinzas, cepillos o espátulas
para removerlas porque algunas irritan la piel. Se recomienda echarlas en un
envase con una solución concentrada de jabón (3% a 5%) para matarlas.
5. Pode las porciones o todo el follaje de las plantas severamente infestadas.
Las partes podadas deben sacarse de las inmediaciones o echarlas en una
bolsa plástica y ponerla al sol. El calor que se genera en el interior de la bolsa
mata la mayoría de los insectos que se encuentren en el material podado.
6. Atraiga los pájaros al jardín. Ellos son enemigos naturales de las orugas y
otros insectos. Coloque comederos cerca del jardín.
7. Aplique un insecticida cuando la infestación alcance niveles inaceptables.
Rocíe todo el follaje, principalmente las áreas abultadas, los renuevos y debajo
de las hojas. A los pegadores y enrolladores de las hojas hay que prestarle una
atención especial. En la mayoría de los casos su control es difícil debido a que
 las larvas permanecen protegidas por las hojas pegadas.
8. Use los insecticidas que contengan la bacteria Bacillus thuringiensis (Bt), ya
que son la mejor opción para el control de orugas. Es recomendable usar estos
insecticidas con un adherente para evitar que la capa cerosa de las hojas repela
la aspersión del insecticida diluido en agua. En el capítulo de insecticidas
biorracionales de este manual aparece información sobre estos insecticidas y de
otros productos ecológicos. Los aceites hortícolas particularmente son eficaces
para matar los huevos de las orugas.
9. Use insecticidas ecológicos para tratar plantas ubicadas en el interior de
residencias y edificios. Los tiestos con plantas infestadas que estén en el interior
de las residencias o edificios deben sacarse al aire libre para recibir allí el tratamiento
 de insecticida.
10. Repita las aplicaciones de insecticidas según sea necesario hasta reducir a
niveles aceptables la población de las orugas. Normalmente hay que repetirlas
entre 7 y 10 días. Inspeccione las plantas entre 24 y 36 horas después de cada
aplicación para comprobar la eficacia del insecticida usado.
11. Controle las orugas cuando estén pequeñas y antes de que causen un daño extenso. Las primeras etapas son las más susceptibles a los insecticidas.
Es una pérdida de tiempo y dinero intentar controlar las orugas cuando están próximas a completar su desarrollo.
Fuente: LAS PLAGAS COMUNES DEL JARDÍN
Identificación y Manejo Integrado
Por: Hipólito O'Farrill-Nieves, Ph.D.
Especialista en Entomología
Silverio Medina Gaud, Ph.D.
Entomólogo y Profesor Emérito

El cultivo de la Alstromeria Temperatura ambiente


  

El cultivo de la Alstromeria

Temperatura ambiente
Las temperaturas óptimas para el crecimiento de Alstroemeria en invernaderos son temperaturas aéreas de aproximadamente 10-16 ºC durante la noche y 18-21ºC durante el día. Temperaturas superiores a 24 ºC por tiempo prolongado pueden disminuir o terminar la floración. Las temperaturas aéreas no son tan cruciales como las temperaturas del rizoma; deben darse temperaturas medias entre 13-16ºC para inducir la floración (Bridgen, 1999).
Para un período de seis semanas después de la plantación, la temperatura óptima es 13 °C durante la noche y entre 14-16° durante el día. Una bajada de la temperatura provoca un retraso en el crecimiento, pero se puede obtener una calidad mejor y un tallo más corto (Konst, 2009).
Durante el verano, la mejor temperatura media para el crecimiento es de 17 ° C hasta 22 ° C. Se recomiendan temperaturas frías durante la noche y el mantenimiento de la temperatura del suelo entre 14 ° C hasta 17 ºC guarda una estrecha relación con la calidad de las flores (Konst, 2009).
Durante el final del otoño y en el invierno, la mejor temperatura es entre los 10 °C y 14 °C, dependiendo de la variedad, su longitud y la calidad del tallo. Cuanta más luz natural/artificial reciban las plantas, más alta se mantendrá la temperatura. Las temperaturas por debajo de los 9 °C y 10 °C llevan a un desarrollo muy lento de las plantas así como a una producción muy baja (Konst, 2009).
Al principio de la primavera (febrero/marzo), se debe calentar el invernadero un poco (13 °C-15°C o mantener el calor dentro del invernadero en días soleados, ventilando lo menos posible. Eso resultará en un pico de producción mucho más temprano y más uniforme en la primavera y ayuda a una mejor recuperación del follaje antes del verano (Konst, 2009).
Después que la alstroemeria ha iniciado brotes florales, las temperaturas altas acelerarán el proceso de floración. A temperaturas superiores a 20-25 ºC, sin embargo, las flores pueden tener tallos más débiles, puede ocurrir aborto de yema, pueden exhibirse síntomas del virus, y la floración puede cesar antes. Incluso en situaciones donde la inducción floral ha ocurrido, puede no ocurrir la floración debido al aborto o destrucción de la yema. Las flores abortadas aparecen como cuerpos parduscos pequeños en la punta del tallo dentro del verticilo de cimas o en el terminal de un tallo. Los abortos pueden ocurrir durante períodos de baja irradiación o cuando las raíces han sido dañadas por sales excesivas o riego excesivo. La destrucción de la yema es la condición donde una yema floral casi totalmente desarrollada senesce antes de alcanzar el desarrollo completo. Esto puede ocurrir en condiciones de fluctuación de humedad en un período de 24 horas (Bridgen, 1999).
Temperatura del suelo
Las plantas se desarrollan a partir de los rizomas subterráneos. Las altas temperaturas del suelo en el verano producen frecuentemente un efecto negativo en la floración en muchas variedades. Como consecuencia de eso, el número de plantas sin flores, incrementa durante el otoño y el invierno (Konst, 2009).
Hoy en día, muchos cultivadores utilizan un sistema de refrigeración del suelo para prevenir un desarrollo excesivo de plantas sin flores en el otoño. La temperatura óptima del suelo para la mayoría de las variedades es cerca de los 14 °C en el verano (Konst, 2009).
En general, durante la primavera (antes de la semana 20) se puede dejar que la temperatura del suelo suba un poco durante unas semanas, cuando se empieza a refrigerar el suelo (hasta 16-17ºC) (Konst, 2009).
En meses calurosos, el período de floración puede ser extendido usando enfriamiento del suelo. Esto se hace instalando tubos de diámetro pequeño en la superficie o ligeramente debajo de la superficie del substrato de crecimiento, espaciados 20-30 cm. Por esos tubos se hace circular agua fresca de fuentes naturales o artificiales para lograr tener temperaturas más bajas en el substrato (Bridgen, 1999). Si en invierno la temperatura del suelo desciende por debajo de los 12 °C o más durante algunos meses, de enero a marzo, se retrasa la producción en primavera. Dependiendo de la variedad, también lleva a una carencia de vegetación y una calidad más pobre del tallo en el verano. Por ello algunos cultivadores utilizan el sistema de refrigeración también para calentar el suelo hasta 13-14 °C en el invierno (Konst, 2009). Utilizando lámparas con una descarga de alta intensidad o HDI (Lámparas de Descarga de Alta Intensidad), el suelo tiene que estar entre los 14-16 °C todo el año (Konst, 2009).
Fuente: UNIVERSIDAD DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS AGRONÓMICAS
ESCUELA DE AGRONOMÍA
EL CULTIVO Y MANEJO DE LA ALSTROEMERIA
Carolina Osorio C.

El cultivo del crisantemo RIEGO



El cultivo del crisantemo

RIEGO
El crisantemo es una de las pocas flores que se pueden regar por aspersión, ya que generalmente el riego se interrumpe cuando se abren los botones florales. Los suelos se mantienen cerca de la capacidad de campo, ya que los crisantemos presentan un gran área foliar y ocupan el suelo con sus raíces.
5.5. NUTRICIÓN
Los crisantemos son muy exigentes en nutrientes y, especialmente, en nitrógeno y potasio. Durante los dos primeros meses de crecimiento es muy importante mantener niveles altos de nitrógeno para obtener flores y plantas de calidad, ya que si durante este período se produce una deficiencia moderada, de este nutriente, no se logrará recuperarla calidad de la flor que se haya perdido, incluso con aplicaciones posteriores de nitrógeno. Además, durante los primeros 80 días las plantas crecen rápidamente y hay grandes requerimientos de nitrógeno, los sistemas radiculares no están expandidos por todo el suelo y la eficiencia en la recuperación de nitrógeno es baja. Sin embargo, la eficiencia aumenta con el tiempo y durante los últimos 20 días solamente la inflorescencia crece rápidamente y los nutrientes minerales se transportan desde las hojas.
Antes de la desinfección del suelo, suelen incorporarse ciertos fertilizantes de baja solubilidad: urea-formaldehído, superfosfato simple, cal dolomítica, sulfato de potasa, etc.
Inmediatamente después de la plantación de los esquejes, deben regarse con un fertilizante líquido que contenga unos 200 ppm tanto de nitrógeno como de potasio y dicho fertilizante líquido será aplicado en cada riego. También pueden aportarse abonos de cobertura tales como el nitrato potásico, nitrato cálcico, etc. Entre los microelementos hay que cuidar especialmente la adición de hierro.
Es importante controlar periodicamente los valores de pH y CE en la solución del suelo. El pH deberá situarse entre 5,5, y 6,5 y la CEe (conductividad eléctrica de un extracto de pasta saturado) no deberá exceder los 2,5 mmhos.cm-1.
El análisis del tejido foliar refleja de forma más precisa el estado mineral de la hoja que un análisis de suelo.
5.6. CULTIVO DE LAS PLANTAS PRODUCTORAS
Los crisantemos de floración estival cultivados en climas de verano cálido, pero no excesivamente caluroso, suministran flores desde finales de diciembre hasta últimos de marzo, adelantando su crecimiento y floración cuando se cultivan en invernadero.
El sistema AYR requiere el cultivo en invernadero con control de la calefacción y de la longitud del día. Los crisantemos deben estimularse a crecer rápidamente, ya que en unos 4 meses una estaquilla enraizada puede desarrollarse a una planta floreciendo. Los esquejes enraizados se plantan en camas y se fertirrigan e iluminan durante la noche desde el primer día. Se espacian dependiendo del número de tallos que se vayan a dejar, variedad, estación, etc. El suelo de be estar húmedo. El número de horas de iluminación durante la noche varía con la estación y con la latitud debido a la duración del día. Cuanto mayor es la energía radiante durante el día, mayor es la energía luminosa requerida para una interrupción nocturna efectiva. Cuando los períodos de día largo se realizan con iluminación cíclica incandescente, por un período muy largo (pej.: 7 semanas), la inhibición de las flores puede ser marginal o incompleta. Los cultivos se sostienen con una malla de alambre que se va elevando conforme van creciendo. Cuando las plantas se aclimatan, pueden ser despuntadas para inducir la ramificación para producción de "sprays". Cuando los tallos solitarios de "estándar" o las ramas de las plantas despuntadas ("sprays") alcanzan una altura dada (unos 35-50 cm), se les dan días cortos (un mínimo de 12 horas de oscurecimiento), hasta una etapa que no sea afectada por la duración del día, para inducir la floración. Hasta este momento, las plantas deben crecer bajo condiciones de días largos para inhibir la formación de yemas florales. Se requiere un fotoperíodo más corto para el desarrollo de la inflorescencia del necesario para la iniciación floral. El oscurecimiento debe aplicarse al menos 21-28 días consecutivos, para crisantemos "estándar" y durante un período más largo (unos 42 días) para los "spray". Durante períodos de elevada intensidad luminosa, las flores en desarrollo que empiecen a mostrar color se deberán sombrear para evitar las quemaduras. Las flores se cosechan con la longitud apropiada de tallo y el desarrollo de inflorescencia requerido por el mercado. El desarrollo de la flor dentro de la cama no es uniforme, y se pueden requerir de 5 a 10 días para que todas las flores alcancen la etapa apropiada de corte (menos en verano, ya que las temperaturas adelantan la madurez de la flor).




Los jardines de la Alhambra durante el reinado de los Austrias



Los jardines de la Alhambra durante el reinado
de los Austrias

Así, por ejemplo, en 1625 el cantero Julián Martínez trajo cincuenta
varas de “losas blancas de la sierra de Filabres para solar
los patios reales del Cuarto de Comares y Leones a raçon cada
vara de treynta y seys reales...”32, y pocos años después, en 1645,
sabemos que Diego de Landeras repuso parcialmente las losas
del patio de Comares: “...en el patio de los Arrayanes, en el pretil
del estanque, que estaban algunas hundidas y levantadas”33.
Descubrir el pavimento y volverlo a sentar era una operación
que se realizaba con relativa frecuencia para reparar el encañado
que llegaba hasta las fuentes y alberca: “...desasentar y volver
a sentar las losas de mármol blanco en el patio de los Arrayanes
que se levantaron para descubrir la cañería que va a la
fuente de la puerta de la sala de Comares, y para adereçarla y
soguearla...”34. El pavimento de mármol sugiere que este jardín
tenía un carácter representativo acorde con el uso del palacio,
que le distinguía de otros jardines de la Alhambra de uso más
reservado cuyo suelo era de ladrillo de rasilla y azulejos, o simplemente
empedrado con guijarros del Darro y Beiro.
Unos andenes de losetas cuadradas de mármol separaban los
parterres de naranjos y limones de los muros donde se clavaban
las esteras que les protegían en invierno de las heladas35.
En unas excavaciones realizadas en el patio de Comares se
descubrieron estas “aceras al pie de los muros largos, formadas
por losetas de mármol cuadradas que en su día fueron losas
sepulcrales musulmanas, a las que se les recortó unificándolas
de forma y tamaño, a mas de machacarle las inscripciones y alisar
la cara que había de servir de pavimento, lo que descubre el
origen no musulmán de estas aceras”36. La transformación de
la antigua Rauda Real se realizó en el año 1494 acabándose con
el vestigio del antiguo cementerio real de la Alhambra después
de que Boabdil hubiera trasladado antes de su partida los restos
de los emires a Mondújar. La mayor parte de las losas sepulcrales
se retiraron a comienzos de 1494 y fueron transformadas
por los maestros canteros mudéjares el Focayre y el Guadixi en
sesenta grandes losas de mármol que se reutilizaron en el pavimento
de la casa real37, y deben ser las mismas que se descubrieron
en el patio de Comares.
El Cuarto Real de los Leones junto con el de Comares constituía
el núcleo principal de las llamadas casas reales viejas,
siendo éste uno de sus espacios más nobles38. Fue por ello el lugar
elegido para ubicar la parroquia de Santa María mientras
se edificaba la iglesia. Allí también había un jardín y diversas
fuentes, además de una gran jaula para faisanes hasta 1638 en
que se desmontó al hacerse otra en el jardín del adarve. Aunque
sabemos que hubo en el patio de los Leones algunos naranjos,
las escasas referencias documentales39 al cultivo de ésta y otras
especies en el patio parecen indicar que sería un jardín muy reducido
hasta el siglo XIX40.
El centro del patio lo hermoseaba la fuente que le daba nombre41.
El agua que la alimentaba llegaba primero hasta “la pila
de la plaçeta del Cuarto de los Leones”42 y luego a las demás
fuentes del Cuatro de los Leones encañada desde la alcubilla
que había en el jardín alto de la casa del Marqués de Mondéjar,
identificada hoy con el palacio del Partal43: “...Gaspar de Ortega,
cañero de esta Alhambra, ha hecho cincuenta y tres varas de
cañería para la fuente que esta frente a el Cuarto de los Leones,
y viene dicha cañería desde el alcubilla que está en el jardín
alto de las casas del señor marques de Mondéjar...”44. La madre
del desaguadero de las fuentes del Cuarto de los Leones estaba
junto a la alcubilla de los baños45.
Fuente: Los jardines de la Alhambra durante el reinado
de los Austrias
Esther Galera Mendoza ·
Universidad de Granada

La importancia de los viveros forestales

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