Manual de Vivero
¿Qué debemos considerar para ubicar el vivero?
Distancia a los materiales necesarios
Es importante que nuestro vivero esté ubicado cerca de la
zona de la cual se obtendrán los recursos para su funcionamiento: mantillo,
arena, cañas, etc. Más aún si no contamos con un medio para transportar estos
materiales.
Distancia a destino final de las plantas
También debemos tener en cuenta a dónde irán nuestras
plantas: plantación en campo, arbolado urbano, venta al público, etcétera.
Cercanía a las áreas a forestar
La demanda de plantas en esas zonas es mayor; por ende,
cuanto menores son las distancias entre el vivero y la plantación, menores son
también los costos por flete y los riesgos de daños para las plantas.
Disponibilidad de mano de obra
El vivero forestal necesita mano de obra calificada la mayor
parte del año.
Además, las tareas de siembra, poda de raíces, transplantes,
extracción de plantas, cuando el vivero no está mecanizado, demandan mucho
personal.
Para dar una idea de la cantidad de mano de obra necesaria
tomamos como ejemplo un pequeño vivero donde se produce en forma manual 100.000
plantines, insume aproximadamente 220 jornales/año.
Un buen cuidado y vigilancia
Es necesario que el vivero no esté demasiado lejos de la
vivienda de un responsable, para atender cualquier urgencia o recibir a visitas
o compradores.
Otros elementos
Deben preferirse sitios bien protegidos de los vientos, sin
demasiada sombra y preferentemente plano y con buen drenaje y escurrimiento.
(que no se encharque).
Caminos transitables con vehículos todo el año
Cuando el vivero no tiene los caminos de acceso en
condiciones, puede afectarse seriamente la venta de plantas.
Terreno a cultivar con buen drenaje y suelo apropiado
El invierno y la primavera son las épocas con mayor riesgo
de acumulación de agua, por lo tanto el sitio elegido debe tener buen drenaje
tanto superficial como en el subsuelo. El agua en exceso durante un corto
período puede provocar la asfixia de las plantas y en consecuencia importantes
pérdidas en la producción.
El mejor suelo para el cultivo de plantines es el de textura
franco - arenosa. Esta textura la apreciamos al tacto ( es ligeramente arenosa,
se puede amasar en estado húmedo y resiste hacer un fideo del grosor de un
lápiz sin romper).
Conviene descartar los suelos arcillosos y los pedregosos
porque dificultan el desarrollo del sistema radicular. Además, cuando las
tareas se realizan en forma mecanizada como, por ejemplo, la poda de raíces,
estos tipos de suelos presentan muchos inconvenientes.
Tampoco son aconsejables los suelos que fueron utilizados
durante mucho tiempo con agricultura intensiva (suelos desgastados).
Fuente: MANUAL DE VIVERO
2º AÑO CICLO BÁSICO AGRARIO
VERSIÓN PRELIMINAR
DIRECCIÓN PROVINCIAL DE EDUCACIÓN TÉCNICO PROFESIONAL
DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN AGRARIA
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