Los jardines de la Alhambra durante el
reinado
de los Austrias
Así, por ejemplo, en 1625 el cantero Julián
Martínez trajo cincuenta
varas de “losas blancas de la sierra de
Filabres para solar
los patios reales del Cuarto de Comares y
Leones a raçon cada
vara de treynta y seys reales...”32, y pocos
años después, en 1645,
sabemos que Diego de Landeras repuso
parcialmente las losas
del patio de Comares: “...en el patio de los
Arrayanes, en el pretil
del estanque, que estaban algunas hundidas y
levantadas”33.
Descubrir el pavimento y volverlo a sentar era
una operación
que se realizaba con relativa frecuencia para
reparar el encañado
que llegaba hasta las fuentes y alberca:
“...desasentar y volver
a sentar las losas de mármol blanco en el
patio de los Arrayanes
que se levantaron para descubrir la cañería
que va a la
fuente de la puerta de la sala de Comares, y
para adereçarla y
soguearla...”34. El pavimento de mármol
sugiere que este jardín
tenía un carácter representativo acorde con el
uso del palacio,
que le distinguía de otros jardines de la Alhambra de uso más
reservado cuyo suelo era de ladrillo de
rasilla y azulejos, o simplemente
empedrado con guijarros del Darro y Beiro.
Unos andenes de losetas cuadradas de mármol
separaban los
parterres de naranjos y limones de los muros
donde se clavaban
las esteras que les protegían en invierno de
las heladas35.
En unas excavaciones realizadas en el patio de
Comares se
descubrieron estas “aceras al pie de los muros
largos, formadas
por losetas de mármol cuadradas que en su día
fueron losas
sepulcrales musulmanas, a las que se les
recortó unificándolas
de forma y tamaño, a mas de machacarle las
inscripciones y alisar
la cara que había de servir de pavimento, lo
que descubre el
origen no musulmán de estas aceras”36. La transformación
de
la antigua Rauda Real se realizó en el año
1494 acabándose con
el vestigio del antiguo cementerio real de la Alhambra después
de que Boabdil hubiera trasladado antes de su
partida los restos
de los emires a Mondújar. La mayor parte de
las losas sepulcrales
se retiraron a comienzos de 1494 y fueron
transformadas
por los maestros canteros mudéjares el Focayre
y el Guadixi en
sesenta grandes losas de mármol que se
reutilizaron en el pavimento
de la casa real37, y deben ser las mismas que
se descubrieron
en el patio de Comares.
El Cuarto Real de los Leones junto con el de
Comares constituía
el núcleo principal de las llamadas casas
reales viejas,
siendo éste uno de sus espacios más nobles38.
Fue por ello el lugar
elegido para ubicar la parroquia de Santa
María mientras
se edificaba la iglesia. Allí también había un
jardín y diversas
fuentes, además de una gran jaula para
faisanes hasta 1638 en
que se desmontó al hacerse otra en el jardín
del adarve. Aunque
sabemos que hubo en el patio de los Leones
algunos naranjos,
las escasas referencias documentales39 al
cultivo de ésta y otras
especies en el patio parecen indicar que sería
un jardín muy reducido
hasta el siglo XIX40.
El centro del patio lo hermoseaba la fuente
que le daba nombre41.
El agua que la alimentaba llegaba primero
hasta “la pila
de la plaçeta del Cuarto de los Leones”42 y
luego a las demás
fuentes del Cuatro de los Leones encañada
desde la alcubilla
que había en el jardín alto de la casa del
Marqués de Mondéjar,
identificada hoy con el palacio del Partal43:
“...Gaspar de Ortega,
cañero de esta Alhambra, ha hecho cincuenta y
tres varas de
cañería para la fuente que esta frente a el
Cuarto de los Leones,
y viene dicha cañería desde el alcubilla que
está en el jardín
alto de las casas del señor marques de
Mondéjar...”44. La madre
del desaguadero de las fuentes del Cuarto de
los Leones estaba
junto a la alcubilla de los baños45.
Fuente: Los jardines de la Alhambra durante el
reinado
de los Austrias
Esther Galera Mendoza ·
Universidad de Granada
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