Dividir matas y rizomas para
multiplicar las plantas
El final
del invierno es un momento ideal para multiplicar vivaces como las gramíneas y
muchas asteráceas (margaritas,Osteospermum, crisantemos) y sédums,
rizomatosas como los agapantos, acantos, Phormium e incluso plantas de interior
como las sansevierias, y algunos arbustos. ¡Multiplicarás tus ejemplares! Basta
con seguir unos sencillos pasos para dividir matas y rizomas.
La
división de mata permite obtener nuevas plantas a partir de otras ya existentes.
Una de sus principales ventajas es que los nuevos ejemplares se trasplantan ya
crecidos y con algo de raíz, lo que garantiza un buen arraigo. Además, esta
forma de multiplicación facilita el mantenimiento de las características de la
planta madre. Se utiliza particularmente en especies vivaces, arbustos y
plantas de interio
Ahora bien, no es
necesario realizar esta operación todos los años, sino cuando la mata lo
necesite, ya sea porque está demasiado apretada donde se encuentra o la
floración ha perdido calidad. Cada especie tiene sus propias exigencias
Qué
herramientas necesitas
Las
herramientas necesarias para realizar estas operaciones son:
•
Azada: Muy útil para desarraigar la planta.
• Pala:
Para dividir las raíces de las grandes en porciones.
•
Tridente: Muy eficaz para abrir y dividir la mata.
•
Horquilla de mano: Ayuda a desenterrar el rizoma.
•
Cuchillo: Fundamental para cortar el rizoma en segmentos.
•
Tijeras: Para recortar las ramas de los nuevos ejemplares.
Para
evitar el riesgo de transmisión de enfermedades a los nuevos ejemplares, es muy
importante desinfectar las herramientas antes de proceder a la división. Puedes
lavarlas con agua y jabón o pasarles un algodón con alcohol.
Multiplicar
las vivaces
Gracias
a este método, las plantas de flor, sobre todo las vivaces o herbáceas
perennes —como el crisantemo, el agapanto, el acanto, el flox, las matas
grandes de aquileña, las margaritas, el arabis, el canastillo de oro, las
primaveras, las gramíneas y Phormium, hoy tan de moda— se regeneran y
dan floraciones más abundantes.
La
mejor época para dividirlas es al final de invierno y comienzos de la
primavera, o a principios de otoño, según la especie, siempre que lleven unos
tres o cuatro años plantadas. En primer lugar debes dasarraigar la planta con
la tierra húmeda. Una pala de jardinero o una azada te facilitarán la tarea.
Tras sacudir el cepellón separa la planta en varias partes con la mano; planta
y riega abundantemente cada una de ellas.
Multiplicar
las vivaces
Los
arbustos de hoja caduca con numerosos tallos en su base —como las kerrias,
avellanos, espireas— también admiten esta técnica. La época más adecuada es
cuando han perdido sus hojas, en días que no hiele y con la tierra húmeda. Con
ayuda de una azada se descubre la tierra en torno a las raíces y con el filo de
una pala se separa una parte de la cepa con sus correspondientes tallos, y se
planta por separado. Conviene recortar las ramas del nuevo ejemplar para
favorecer su arraigo. Lo mismo sucede con aromáticas como la hierbabuena, el
orégano o el tomillo.
Plantas
de interior
A lo
largo de marzo y abril es el mejor momento de dividir la mata de algunas
especies de interior, como las cintas, marantas, aglaonemas, calateas,
espatifilos, y palmeras como la chamaedorea. Se procede igual que con las
vivaces.
Segmentar los rizomas
Algunas
especies pueden multiplicarse por división de sus tallos subterráneos o
rizomas, que suelen presentar varias yemas. El procedimiento es similar al de
la división de mata.
En primer lugar hay que desenterrar los rizomas con la ayuda de una azada o una horquilla de mano. A continuación se cortan varios trozos con una navaja o un cuchillo afilados (y desinfectados), de manera que cada uno de ellos lleve un brote con hojas. Por último, se entierra cada porción separadamente. El rizoma debe quedar poco hundido y con la tierra de alrededor bien compactada. Tras recortar las hojas —si fuera necesario— con unas tijeras, se riega.
● Especies de interior como las sansevierias, orquídeas como la Cymbidium, algunos helechos, y la aspidistra, se pueden dividir con esta técnica en primavera; y la Begonia rex durante el invierno. En el caso de la hortensia de invierno (Bergenia crassifolia), después de la floración, en primavera.
● Al final del verano les toca el turno a las plantas del jardín: el bambú, el lirio, la caña de Indias y la espectacular Strelitzia, acuáticas como el nenúfar, y aromáticas rizomatosas como la menta.
En primer lugar hay que desenterrar los rizomas con la ayuda de una azada o una horquilla de mano. A continuación se cortan varios trozos con una navaja o un cuchillo afilados (y desinfectados), de manera que cada uno de ellos lleve un brote con hojas. Por último, se entierra cada porción separadamente. El rizoma debe quedar poco hundido y con la tierra de alrededor bien compactada. Tras recortar las hojas —si fuera necesario— con unas tijeras, se riega.
● Especies de interior como las sansevierias, orquídeas como la Cymbidium, algunos helechos, y la aspidistra, se pueden dividir con esta técnica en primavera; y la Begonia rex durante el invierno. En el caso de la hortensia de invierno (Bergenia crassifolia), después de la floración, en primavera.
● Al final del verano les toca el turno a las plantas del jardín: el bambú, el lirio, la caña de Indias y la espectacular Strelitzia, acuáticas como el nenúfar, y aromáticas rizomatosas como la menta.
Fuente: www.verdeesvida.es
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