Un jardín con
sabor a fresa
Cultivar
fresas y fresones es sencillo, fácil y apetitoso. Por sus características se
pueden plantar tanto en el huerto como en el jardín o incluso en un tiesto del
balcón, ya que no requieren mucho espacio ni dependen demasiado de la luz
directa del sol. Obtendrás una de las frutas más deliciosas: ¡de la mata a tu
paladar!
El
hábitat natural de las fresas (género Fragaria) son los claros de los bosques de los climas
templados. A partir de ahí se puede deducir fácilmente qué condiciones de
suelo, iluminación, temperatura y humedad necesitan.
•
Suelo: Tanto
las fresas (Fragaria
vesca) como
los fresones (cultivares obtenidos a partir del híbrido Fragaria x ananassa)requieren
un sustrato algo ácido; si es básico suelen aparecer problemas de clorosis.
Prefieren los suelos que drenen bien (para evitar la podredumbre de las
raíces), aunque capaces también de retener agua. El contenido de materia
orgánica del sustrato debe ser más bien alto, de hasta el 5%.
Puedes obtener
tus plantas por semilla o por plantones, que ya se venden en los centros de
jardinería con las horas frío necesarias para fructificar.
• Iluminación: Toleran
bien una exposición sombreada. Demasiadas horas de sol directo pueden dañar
hojas y frutos.
• Temperatura: Son capaces de soportar heladas fuertes en invierno
y calor intenso en verano, pero su temperatura ideal de fructificación se sitúa
en torno a los 18°. En climas muy cálidos pueden fructificar con mayor
dificultad, ya que suelen necesitar acumular horas de frío (por debajo de 7°)
para romper la latencia invernal.
• Riego: Las fresas y fresones no llevan bien la carencia de agua, especialmente
durante el periodo de fructificación.
Cómo tener éxito en el cultivo
Si decides realizar tu plantación de fresas en el huerto o el jardín,
sitúala directamente en zonas donde no podrías plantar otras especies, como al
pie de árboles o arbustos, al lado de muros, casetas, etcétera. Conviene
plantarlas en un caballón que favorezca el drenaje del agua de riego, y cubrir
el suelo con un acolchado orgánico que proteja a la planta de factores
climáticos extremos, mantenga la humedad, aporte materia orgánica, frene el
crecimiento de malas hierbas, e impida el contacto de los frutos con la tierra.
En cultivos intensivos, en lugar de acolchado se suele usar un plástico
negro, que tiene la ventaja de impedir casi por completo la aparición de malas
hierbas, a la vez que acumula calor, lo que elimina algunos patógenos del
suelo.
Si dispones de un pequeño invernadero o un túnel conseguirás adelantar
la fecha de producción de los frutos. También puedes fabricar un microtúnel con
aros metálicos y polietileno transparente: no protege tanto del frío como un
invernadero grande pero te ayudará a ganar algunos grados de temperatura que
permitirán adelantar y ampliar el tiempo de cosecha.
Por semillas o plantones
Puedes obtener tus plantas por semilla (los semilleros suelen iniciarse
en abril-mayo) o por plantones, que ya se venden en los centros de jardinería
con las horas frío necesarias para fructificar. La recolección abarca toda la
primavera; en agunos cultivares incluso se prolonga hasta la llegada de las
primeras heladas. Los frutos se deben recolectar cuando están bien maduros para
disfrutar al máximo de su aroma, sabor y textura.
Fresas y fresones para cultivar en casa
Existen alrededor de 20 especies de fresas y fresones del género
Fragaria, pero si se suman híbridos y cultivares alcanzan más de un millar de
tipos diferentes, con frutos de distintos tamaños, colores, aromas y sabores.
Fresas y fresones se distinguen principalmente en que las primeras son, en
general, de aroma más intenso y menor tamaño, en tanto que las segundas son
frutos más grandes y más dulces.
Algunas de las variedades más habituales son:
• Reina de los Valles: Es una de las fresas más
comunes en España. Es de fruto pequeño, aromático y de excelente sabor.
• Mara des Bois: Fresa remontante muy productiva: da
frutos desde la primavera hasta las primeras heladas del otoño.
• Camarosa: De frutos grandes y firmes, es probablemente la
variedad de fresón más cultivada hoy en día. Se adapta bien a diferentes climas
y es de fructificación muy temprana.
• Carisma: Variedad de fresón muy vigorosa. Se adapta a diversos climas. Los
frutos son de gran tamaño y color menos intenso.
• Tudla: Produce frutos grandes y alargados, y tiene la ventaja de crecer mejor
que otras variedades en suelos menos ácidos.
Entre los fresones remontantes destacan también Albion, Cristaly San
Andreas. Y entre los precoces, Garigette.
Fresas en una maceta
Fresas y
fresones se prestan muy bien al cultivo en contenedor. Asegúrate especialmente
de que el sustrato drene bien, y que en verano no les falte agua; el mulching
ayuda a evitar la pérdida de humedad.
Para aprovechar el efecto colgante de las matas de fresa existen tiestos especiales con huecos a lo largo de las paredes que permiten insertar muchas plantas en un mismo recipiente; también se suelen plantar en torres de tiestos de mayor a menor. Pero, además, al ser rastreras, algunas fresas también se pueden enredar en espalderas. El resultado es, además de práctico, muy estético, ya que la floración blanca, rosada o magenta, según la variedad, coexiste con los frutos, lo que la hace especialmente decorativa. Las flores son rosas simples de cuatro o cinco pétalos (el género pertenece a la familia de las Rosáceas).
Para aprovechar el efecto colgante de las matas de fresa existen tiestos especiales con huecos a lo largo de las paredes que permiten insertar muchas plantas en un mismo recipiente; también se suelen plantar en torres de tiestos de mayor a menor. Pero, además, al ser rastreras, algunas fresas también se pueden enredar en espalderas. El resultado es, además de práctico, muy estético, ya que la floración blanca, rosada o magenta, según la variedad, coexiste con los frutos, lo que la hace especialmente decorativa. Las flores son rosas simples de cuatro o cinco pétalos (el género pertenece a la familia de las Rosáceas).
Fresas con sabor a piña
Pineberry
es el nombre de estos pequeños fresones muy llamativos por su color blanco
tachonado de pepitas rojas cuando están maduros. El nombre alude a su suave
fragancia a piña.
Fuente: www.verdeesvida.es
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