Los jardines de la Alhambra durante el reinado de los
Austrias
El juego de pelota en la alhambra
El juego de la pelota fue una gran afición de nobles y reyes
en los siglos XVI y XVII. Su origen había sido la pelota vizcaína que se jugaba
con la mano. Pero pronto se sustituyó la mano o el guante de cuero por una
raqueta, adquiriendo este juego, que al principio fue el preferido de
estudiantes y humanistas, un reconocimiento entre la nobleza y los reyes al que
fueron especialmente aficionados los franceses (jeu de paume). Podía jugarse al
aire libre o bien en una sala cerrada (Tripot). Diversos grabados y también
alguna pintura representan el juego de la pelota en una sala rectangular en uno
de cuyos lados largos había bancos de madera para el público, separados de la
pista de juego por una barrera de madera, y bajo una cubierta también de
madera.
En el centro de la pista colgaba una red y a ambos lados de
la misma se situaban los jugadores equipados con raquetas. Ni la pista de juego
ni la tribuna para el público cambiaban cuando el juego de la pelota era al
aire libre.
Sabemos de la existencia de un juego de pelota en la
Alhambra, al menos desde 1622, gracias a diversas referencias documentales,
alguna de las cuales lo sitúa junto al Cuarto de los Leones:
“A Manuel Ruiz, yesero, siete reales y veintiocho
maravedis... por seis fanegas y una cuartilla de yeso... para apretar el pilar
que se hizo en la pared del Cuarto Real de los Leones que cae al juego de la
pelota”85. Otras referencias aluden a distintas reparaciones en la alcubilla y
caño de agua que allí había: “una libra de aceite... para hacer zulaque para un
caño del alcubilla del juego de la pelota”86; “...media libra de clavos
valencianos… para clavar la puerta del alcubilla del juego de la pelota”; “A Diego
de Oliva maestro de carpintería... por el reparo en la puerta de madera de la
alcubilla del juego de la pelota...”87. En 1693 el Juego de la Pelota aún se
localizaba junto al Cuarto de los Leones, según se desprende de una noticia
relativa al arrendamiento a Simón Tenorio de “una casa en este dicho Alhambra
en el juego de la pelota frontero de la placeta del Cuarto de los Leones, y por
las espaldas con la placeta del Conde y escalerilla que linda con la pared del
jardín del palacio del Marqués…”88. La ubicación del juego de la pelota tras
los muros del cuarto de los Leones lo hacía fácilmente accesible no sólo desde
las casas reales sino también desde la casa del Marqués de Mondéjar, quien
posiblemente fue aficionado a este juego. En el jardín del alcázar de Sevilla
también hubo en el siglo XVII un juego de pelota en los jardines, junto al
corral de los bolos89.
En el siglo XVIII aún pervivía el juego de la pelota, aunque
en una ubicación distinta, en la plaza de los aljibes, arrendado a Pedro y
Andrés de Uquizar, por 44 reales al año y con la condición de tenerlo reparado
y en uso: “…Don Pedro y don Andrés de Uquizar, padre e hijo vecinos de esta
ciudad recibieron en arrendamiento de la parte de su Majestad y su real
patrimonio de dicha Alhambra el sitio en que se halla establecido el Juego de
Pelota situado en la placeta que nombran de los arxibes por tiempo y espacio de
nueve años que principiaron desde primero de enero de dicho año postrimero
pasado cumpliendo fin de diciembre de setecientos noventa y tres por precio y
renta fixada en cada uno de ellos de cuarenta y cuatro reales pagados por fin
de diciembre…con la condición de reparar dicho juego a sus expensas, formación
de poyos, fortificación del muro, terraplén y allanamiento quedando todo a beneficio
del Real Patrimonio y que durante dicho tiempo mantendrán dicho juego usual y
corriente practicando todos los reparos que ocurran...”90. Las últimas
referencias al juego de la pelota que tenemos son de 1784 en que se preparó la
pared del frontis91 y 1836 en que se arrendó en ciento veinte reales anuales92.
Fuente: Los jardines de la Alhambra durante el reinado de
los Austrias
Esther Galera Mendoza
Universidad de Granada
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