ARBUSTOS Y TREPADORAS
Hardenbergia violacea y Hardenbergia
comptoniana
Hardenbergia
En pleno invierno, la hardenbergia empieza a emitir abundantemente sus
diminutas flores en forma de mariposa, agrupadas en densos racimos axilares con
pedúnculos rojizos. Son en general de color violeta (Hardenbergia violacea) o
morado claro (Hardenbergia comptoniana), pero los numerosos cultivares
multiplican las tonalidades. Esta planta trepadora de origen australiano no
pierde el follaje en invierno y es ideal para el clima mediterráneo.
ARBUSTOS
Y TREPADORAS
Hardenbergia
violacea y Hardenbergia comptoniana
Hardenbergia
Descripción
Estas
trepadoras australianas empiezan a florecer en febrero y no cesan hasta el
final de la primavera. Son perfectas para la zona mediterránea, ya que sufren
cuando las temperaturas bajan de -5° (USDA 9-11). Pertenecen a la familia de
las Fabáceas, por ello sus pequeñas flores de tonos violáceos se parecen a las
de las judías, guisantes y glicinias. De crecimiento vigoroso y rápido, son
ideales para cultivar junto a una espaldera, valla o pérgola, a las que se
enredarán gracias a sus tallos volubles; pueden superar los tres metros de
altura. También suelen cultivarse como arbustos. Mantienen el follaje todo el
año.
Hojas
Las
hojas son coriáceas y miden unos 10-12 centímetros de largo. Son de color verde
medio, sobre el que destacan las líneas claras de las nervaduras.
Flores
En pleno
invierno, la hardenbergia empieza a emitir abundantemente sus diminutas flores
en forma de mariposa, agrupadas en densos racimos axilares con pedúnculos
rojizos. Son en general de color violeta (Hardenbergia violacea) o morado claro (Hardenbergia comptoniana), pero los numerosos cultivares
multiplican las tonalidades (ver columna de la derecha). Las flores dan paso a
pequeñas vainas.
Cultivo
Necesitan
mucha luz para florecer abundantemente; según la fuerza del sol en la zona deberán
situarse en sombra ligera o a resguardo de los rayos más potentes. Deben ser
protegidas de las heladas fuertes, especialmente las tardías, y del viento.
Prefieren un sustrato neutro o ligeramente ácido, fértil y con buen drenaje.
Cuidados
Agradecerán
los riegos regulares y profundos; en el caso de laHardenbergia comptoniana, una vez establecida, solo
cuando la tierra se vea seca. La floración resultará más abundante si el suelo
se enriquece con abono orgánico en enero. Son plantas de bajo mantenimiento,
aunque pueden atacarlas la cochinilla, trips y la araña roja. Una poda fuerte
tras la floración permitirá controlar su expansión. Algunas partes son tóxicas
si se ingieren.
Usos
Las
hardenbergias viven perfectamente en maceta en una terraza o porche abierto. Se
usan también como rastreras.
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