El jardín ecológico
Antes de nada, una buena planificación
Cuando nos planteamos llevar a cabo nuestro
jardín sostenible, es muy importante una
buena planificación inicial. Es mejor prevenir
los posibles problemas futuros que corregirlos
cuando esté finalizado, una vez que el
jardín es una realidad. Y para ello
Trata de conservar los árboles y arbustos naturales
presentes en el terreno, así como las plantas
espontáneas que te gusten.
Si cuando crezcan no te gustan… ¡A la compostera!
No cambies la forma del suelo. Si lo haces, tendrás
que “fabricar” uno nuevo y eso consume mucho.
En ese caso, aprovecha tus propios recursos y crea
caminos o plazas donde no crecen las plantas.
Cuida la orientación de cada elemento del jardín para
aprovechar las variaciones que se producen en el clima: unas
horas más de sombra pueden ser cruciales para el buen
desarrollo de una planta. Las plantas más grandes protegen a
las pequeñas, las macetas grandes dan sombra…
FALSAS VERDADES
“Si el terreno tiene desniveles, hay que eliminarlos”.
Para conseguir un jardín bonito, no es imprescindible una superficie alisada.
Es mejor mantener su perfil y crear distintos niveles, que aporten profundidad,
amplitud y estética con un diseño apropiado. Además, resulta costoso
el movimiento de tierra para allanar una parcela, aunque sea pequeña.
Sitúa en el espacio todos los elementos de la lista que quieres que tenga tu
jardín, ordenándolos según las necesidades y las limitaciones de tu espacio.
Fuente: Área de Gobierno de Medio Ambiente
y Servicios a la Ciudad, Ayuntamiento de Madrid
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