PLAGAS EN LOS ROSALES
- Los rosales son fácilmente presa de los pulgones (afidios),
a los que es necesario combatir con productos apropiados. Uno
de los mas terribles enemigos de los rosales es el mal blanco,
enfermedad de origen fungoso, que se manifiesta como un polvo
blanco que recubre las hojas y la vegetación. Se cura pulverizando
las plantas con azufre vegetal en polvo (3 gramos 6 ½ onza de
azufre por litro o 33.. 8 onzas de agua). Para obtener un resultado
seguro es mejor intervenir inmediatamente después de un temporal,
porque gracias al calor que emana la tierra se verifica la condición
optima para la multiplicación de los hongos parásitos.
- Otra terrible enfermedad es la mancha negra, casi siempre incurable,
y también de origen fungoso. Se presenta en las hojas con manchas
negras aureoladas de color café, que van aumentando de tamaño
hasta hacer que se caigan las hojas, las cuales deben recogerse y
quemarse. Es útil prevenir esta enfermedad tratando los rosales con
fungicidas ojala ecológicos. El tratamiento preventivo se hace en
la primavera cuando la temperatura es de unos 18 a 20 grados C.
- Otra enfermedad fungosa peligrosa es la herrumbre (roya), que
se manifiesta con manchitas de color herrumbre (hierro) en las
hojas. Se trata como la mancha negra.
- La clorosis no es una verdadera enfermedad y se manifiesta con
el amarillamiento de los jóvenes brotes o de las hojas. Su causa es la
excesiva presencia de calcio en el terreno. Su tratamiento consiste
en suministrarle al terreno sulfato de hierro y Sequestrene.
- Cuando comience la floración habrá que eliminar poco a poco las
flores marchitas…!pero cuidado con cortar las rosas para ponerlos en
floreros!. Hay que saber que los rosales ornamentales privados
pierden su forma y sufren por la mutilación. De cualquier modo, los
tallos de las rosas cortadas no deben tener mas de 25 centímetros.
- En los meses calidos, remueve la superficie de la atierra y riegue
todos los días hasta finales del verano. Luego disminuya los riegos
y los abonos y suspéndalo en el otoño. A los primeros fríos, lleve a
cabo el ultimo abono y resguarde las plantas de la helada, cubriendo
la tierra alrededor del pie de la planta con una capa de hojas secas
y paja.
- Los rosales son fácilmente presa de los pulgones (afidios),
a los que es necesario combatir con productos apropiados. Uno
de los mas terribles enemigos de los rosales es el mal blanco,
enfermedad de origen fungoso, que se manifiesta como un polvo
blanco que recubre las hojas y la vegetación. Se cura pulverizando
las plantas con azufre vegetal en polvo (3 gramos 6 ½ onza de
azufre por litro o 33.. 8 onzas de agua). Para obtener un resultado
seguro es mejor intervenir inmediatamente después de un temporal,
porque gracias al calor que emana la tierra se verifica la condición
optima para la multiplicación de los hongos parásitos.
- Otra terrible enfermedad es la mancha negra, casi siempre incurable,
y también de origen fungoso. Se presenta en las hojas con manchas
negras aureoladas de color café, que van aumentando de tamaño
hasta hacer que se caigan las hojas, las cuales deben recogerse y
quemarse. Es útil prevenir esta enfermedad tratando los rosales con
fungicidas ojala ecológicos. El tratamiento preventivo se hace en
la primavera cuando la temperatura es de unos 18 a 20 grados C.
- Otra enfermedad fungosa peligrosa es la herrumbre (roya), que
se manifiesta con manchitas de color herrumbre (hierro) en las
hojas. Se trata como la mancha negra.
- La clorosis no es una verdadera enfermedad y se manifiesta con
el amarillamiento de los jóvenes brotes o de las hojas. Su causa es la
excesiva presencia de calcio en el terreno. Su tratamiento consiste
en suministrarle al terreno sulfato de hierro y Sequestrene.
- Cuando comience la floración habrá que eliminar poco a poco las
flores marchitas…!pero cuidado con cortar las rosas para ponerlos en
floreros!. Hay que saber que los rosales ornamentales privados
pierden su forma y sufren por la mutilación. De cualquier modo, los
tallos de las rosas cortadas no deben tener mas de 25 centímetros.
- En los meses calidos, remueve la superficie de la atierra y riegue
todos los días hasta finales del verano. Luego disminuya los riegos
y los abonos y suspéndalo en el otoño. A los primeros fríos, lleve a
cabo el ultimo abono y resguarde las plantas de la helada, cubriendo
la tierra alrededor del pie de la planta con una capa de hojas secas
y paja.
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