Las orquídeas que se cultivan con mayor frecuencia en Cuba - Phaius tankervilliae (Banks ex L’Hér.) Blume

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15. ESPECIE: Phaius tankervilliae (Banks ex L’Hér.) Blume
Publicación: Mus. Bot. 2: 177. 1856.
Etimología: El nombre genérico deriva del griego Phaiós, que significa negruzco, pardo y se debe al color moreno de las flores, el epíteto específico se le atribuye a Lady Tankervillia, en cuyos invernaderos una de estas plantas floreció (Mújica & al. 2000).
Sin: Limodorum tankervilliae Banks & L’Hér.
Phaius grandifolius Lour.
NC: Orquídea Monja (Gloudon & Tobisch 1995).
Descripción: Plantas terrestres que pueden sobrepasar 1 m de altura; rizomas carnosos. Tallos en pseudobulbos erectos, los más jóvenes envueltos en brácteas foliosas.
Hojas numerosas, articuladas en sus vainas. Inflorescencia en racimo lateral de flores grandes, vistosas, sépalos y pétalos blancos dorsalmente y amarillo-pardos ventralmente, acuminados, labelo marrón.
Época de Floración: Enero-abril, con mayor incidencia en febrero (Pérez & Bocourt 1997).
Nota: Especie de Asia tropical, naturalizada en Cuba y otras regiones del Caribe, como Jamaica (Gloudon & Tobisch 1995).
Habita en las principales regiones montañosas del país.

Fuente: Revista del Jardín Botánico Nacional 30-31: 159-167, 2009-2010
Las orquídeas que se cultivan con mayor frecuencia en Cuba
Alelí Morales Martínez
Jardín Botánico Nacional, Universidad de La Habana. Cuba.

Parte de la planta. Orquídeas

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3. Parte de la planta. Orquídeas (2/2)

FLORES: Como sucede en la mayoría de las monocotiledóneas, su flor está constituida por verticilos de tres sépalos, desprovistos de clorofila, que protegen la flor una vez que se abre; tres pétalos y una columna central que sustenta las anteras y el pistilo llamada ginostemo. Los dos pétalos superiores son idénticos, pero el inferior, el labelo, se ha transformado en la estructura más llamativa de la flor, con sus propios colores, formas y tamaños que pueden ser muy diferentes en función de la especie que se trate. Las flores pueden ser aisladas o en inflorescencias laterales.
Sus órganos sexuales contienen los filamentos que llevan los órganos de reproducción que están parcial o totalmente soldados entre sí o columna; antera o pequeños sacos cápsulas que contienen entre dos a doce polinias blandos o duros en cuyo interior se encuentran los millones de granos de polen que se adhieren a los visitantes o insectos los cuales son sus agentes polinizadores. Los estambres están a un lado de la flor y generalmente nada más un estambre es fértil. Y por último, el
róstelo que es una curiosa derivación del tejido propio del estigma o cavidad viscosa de la columna.
La columna tiene una antera portadora de polen y un estigma femenino que segrega un fluido pegajoso hacia el interior de la flor. Los insectos son atraídos por ese néctar, y al intentar salir de la flor quedan impregnados con el polen de las anteras.
Al visitar la siguiente flor de la misma especie efectúan el mismo recorrido y el estigma recibe el polen, efectuándose así la polinización. Se trata de un mecanismo muy avanzado y que implica una evolución paralela entre las orquídeas y los insectos que visitan sus flores.
Las orquídeas más cultivadas de todo el mundo gracias a su fácil cultivo y al gran número de híbridos, son las del Género Cymbidium, siendo Holanda y Francia los principales países productores. Una vez fecundada, la flor sufre un giro en el transcurso de su desarrollo, el cual es conocido como resupinación. Luego se transforma en fruto que produce una gran cantidad de semillas muy pequeñas. Es interesante hacer notar que de 3.000.000 aproximados de semillas que se producen en cada fruto de orquídea, solo unas cuantas son las que logran germinar de forma natural en la naturaleza, pues casi no tienen sustancias de reserva y requieren ser colonizadas por un hongo (como puede ser alguno del género Rhizoctonia A.DC.) el cual, le proporciona los nutrientes necesarios, sobre todo en las primeras fases de su desarrollo.
4. Cultivo. Orquídeas saludables
¿Cómo se cultivan orquídeas saludables?
Para cultivar orquídeas saludables se debe planificar un régimen de cultivo en el cual se observe a las plantas con regularidad y que se dé en un ambiente muy limpio. Las enfermedades deben ser detectadas lo más pronto posible para que no se propaguen al resto de la colección.
Al comenzar a cultivar orquídeas es recomendable adquirir plantas fuertes y vigorosas. Es recomendable escoger plantas de color verde claro, sin manchas oscuras u hojas amarillentas. Las plantas deben estar firmemente arraigadas en el medio, con raíces saludables. Si logra acceder a las raíces estas deberán ser blancas o verdes si están húmedas; las raíces negras u oscuras indican podredumbre o una infección bacteriana. El mejor premio que podemos recibir al cultivar una orquídea, es sin duda alguna cuando ésta florece. Sus extravagantes flores son el principal atractivo, la variedad de colores, formas, y aromas, la caracterizan como la más elegante flor del reino vegetal. Ninguna flor encanta con tal sensualidad a los insectos. Por eso se le ha llamado también, La Dama Fatal de la Naturaleza. Sus flores vienen en muchos colores, con excepción del negro, predominan los colores como el rosado, lavanda, rojo, amarillo, y blanco. En azul real es raro encontrarlas; en café y en verde son comunes, y muchas de las especies tienen flores marcadas por dos o más colores que hacen contraste. Algunas flores permanecen abiertas solo un día y otras duran hasta más de tres meses. Un aspecto importante de la flor es la variedad de fragancias que estas tienen; son mezclas de sustancias químicas que se pueden producir en diferentes partes de la flor, y en algunos casos, una
misma flor puede producir aromas diferentes en distintas horas del día y noche.

Fuente: Cultivo y cuidados. Orquídeas
Autor: América Couput Coronel
[http://www.mailxmail.com/curso-cultivo-cuidados-orquideas/orquideas-caracteres]

QUASSIA (Quassia amara)

MANUAL DE INSECTICIDAS, FUNGICIDAS y
FITOFORTIFICANTES ECOLÓGICOS

QUASSIA (Quassia amara)
1. Descripción
Extracto obtenido por maceración alcohólica prolongada dc la madera seca y pulverizada de Quassia amara (Hombre grande. Amargo...) y concentrado a una presión reducida hasta una concentración de 1:1. Su aplicación ideal se hace mezclado con jabón potásico que actúa como estabilizante, adherente y humectante.
2. Modo de acción
Toxina de contacto e ingestión, detiene el desarrollo de los insectos y provoca su rechazo; insecticida, nematicida y larvicida. Actúa sistémicamente. Su aplicación no elimina los insectos fulminantemente pero detiene su desarrollo y provoca rechazo.
3. Plagas que controla y cultivos
- Plagas: en general para el control de áfidos, ácaros, minadores, orugas, chupadores y escarabajos. También tiene acción larvicida y nematicida.
- Cultivos: ornamentales. vegetales. frutas, gramíneas y legumbres.
4. Dosis y aplicación
Generalmente la dilución de un litro en 100 de agua.
Se puede aplicar en cualquier época del año como tratamiento preventivo o cuando se detecte la
aparición de la plagas.
Puede aplicarse mediante cualquier tipo de aspersión manual o automática. aérea o a nivel de tierra. Preferiblemente en la tarde al ocaso del solo muy temprano por la mañana.
El extracto de Quassia Amara produce un sabor ligeramente amargo en el sabor de algunos productos, por lo tanto no se recomienda aplicarlo en la época de cosecha a excepción de los cítricos o en plantas con hojas no comestibles.
5. Incompatibilidades
Incompatible con soluciones ácidas y con emulsificantes catiónicos cuyo pH en solución sea menor a 7.
6. Recomendaciones medioambientales y fitotoxicidad
Producto botánico no tóxico.
A las diluciones adecuadas este producto no produce fitotoxicidad. más aún si se aplica a las horas recomendadas

Fuente: MANUAL DE INSECTICIDAS, FUNGICIDAS y
FITOFORTIFICANTES ECOLÓGICOS
 Agricultura y jardinería ecológica / www.ecotenda.net 

Cultivo del lilium Cultivo en macetas

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Cultivo del lilium
 Cultivo en macetas
Aparte del uso del lilium como flor cortada también se puede cultivar en maceta, para utilizarlo en las casas, balcones y jardines. Actualmente en Chile se utiliza para este tipo de negocio las mismas variedades que para flor cortada, sin discriminar entre el tamaño de la variedad y el calibre de bulbo utilizado. Ello resulta en una maceta pequeña muchas veces con una vara larga que hace difícil mantenerlo en forma erecta al momento de la venta. Aunque existen productos químicos que se pueden aplicar a las plantas para enanizarla usadas como inmersión de los bulbos o aplicaciones foliares, como el Paclobutrazol, éstos no se utilizan por desconocimiento y porque el mercado no exige una presentación más armoniosa de la maceta.
Hoy en día existe una gran cantidad de variedades de lilium genéticamente adaptados para este tipo de mercado y que cumplen con los siguientes requisitos:
• un largo uniforme de tallo de 30 a 50 cm (incluyendo la maceta).
• una proporción armoniosa entre largo de vara, número de botones y largo de las hojas.
• un tallo firme, con las hojas bien distribuidas en todo el largo.
• suficiente número de botones.
• gran variedad de colores.
• genéticamente tallos cortos.
• no susceptibles a aborto floral.
• menos sensibles a largo del día.
Existen variedades asiáticas, orientales y Longiflorum disponibles para la venta. Sólo las variedades L.A. hasta ahora no han sido adaptadas a este tipo de cultivo.
Los calibres que se utilizan para este tipo de negocio dependen del tipo de maceta a usar y de la cantidad de bulbos que se quiere poner en la maceta. Lo más usado es una maceta de 14 x 15 donde se pueden poner hasta tres bulbos calibre 10/12, pero ello depende de las condiciones de venta de la producción.
En el extranjero se utiliza un bulbo cuando se plantan en macetas de 10 cm de diámetro. Lo más utilizado son los calibres 10/12 y 12/14. Es importante destacar que en este tipo de cultivo se puede utilizar sin problema los bulbos “doble nariz”.
El medio de cultivo para plantar en macetas debe cumplir con los siguientes requisitos: debe ser muy
liviano o suelto, debe dejar pasar el exceso de agua, y a la vez debe ser buen retenedor de la humedad. Por ello, el mismo medio que se usa para el cultivo en cajas sirve perfectamente para plantar en macetas (corteza de pino compostada mezclada con tierra, aserrín compostado con tierra, arena con perlita, etc.).
La fertilización se realiza mezclando 750 g a 1 Kg de mezcla fertilizante para papa, o mezcla preparada para lilium, según se indica en el capítulo de producción de flores, por cada metro cúbico de sustrato. Se mezcla bien con pala y posteriormente se coloca en la maceta junto con los bulbos.
La preparación de los bulbos antes de plantar se realiza igual que para el cultivo en cajas, es decir, se deshiela a temperatura tibia (10 ºC) y se plantan con brotes de unos 5 cm.
La plantación se realiza colocando 1 a 2 cm de sustrato en el fondo de la maceta para posteriormente
colocar él o los bulbos. Se colocan los bulbos dirigiendo las narices hacia el borde la maceta cuando se plantan más de uno, y derecho hacia arriba cuando se planta uno solo. Después se llena la maceta con suficiente tierra, se afirma con los dedos y posteriormente se hace un riego profundo.
Las temperaturas de desarrollo del cultivo en maceta son las mismas que para producción de flor cortada en invernadero, es decir, mínimo 10 a 12 ºC y máximo 20 a 22ºC.
Cuando las plantas se encuentren con alrededor de 10 cm de altura conviene hacer aplicaciones de nitrógeno en forma de fertilizante seco por maceta (supernitro, urea, salitre, supernitro magnésico, u otro), dos a tres veces durante el cultivo hasta antes de la emisión de los botones.
Los cuidados posteriores se refieren a mantener una humedad constante en la maceta recordando que los lilium son buenos consumidores de agua, y mantener también una buena sanidad de la plantas, igual como se hace con el cultivo en suelo o en cajas.
El momento ideal de venta es aquel cuando los botones inferiores muestran claramente color, antes de
ponerse blandos. Es posible también conservar las macetas antes de la venta, por un par de días, en
cámara de frío a 5ºC, teniendo siempre presente que mientras menor sea el período mejor abrirán las flores posteriormente.
Cosecha y postcosecha de bulbos de
lilium
Descripción de un bulbo de lilium
El bulbo consiste en un tallo modificado de la planta que tiene por objeto almacenar alimento durante
su etapa de crecimiento. Este almacenaje se utiliza para alimentar la planta que brota de este bulbo en
la temporada siguiente.
Este bulbo es tunicado y acuoso, por lo que es fácil suponer que en todas las etapas de desarrollo del cultivo desde el suelo hasta la cámara de frío debe mantenerse en ambiente húmedo. Nunca se debe secar el suelo antes de cosechar los bulbos como se hace con otras especies.
Estados de desarrollo del bulbo durante la etapa de
cultivo
Cuando se produce la brotación en el suelo, el brote emerge desde el centro del bulbo. A medida que el cultivo avanza o se desarrolla la planta, el tallo que inicialmente fue brote, se va desplazando hacia fuera del bulbo ya que en su lugar se empieza a formar uno nuevo.
Al final del cultivo, cuando la planta fue desbotonada y se ha secado el tallo floral, este tallo seco se encuentra totalmente fuera del bulbo o máximo debajo de la primera capa de escamas.
Muchas veces se indica que una forma práctica de determinar el momento de cosecha es aquel en que
el tallo se desprende fácilmente del bulbo. En la práctica, se indica que tirando el tallo hacia arriba debería desprenderse fácilmente.
Conocer este comportamiento es de gran importancia porque de esta forma se puede hacer un buen
control de la calidad de bulbo a plantar. Cuando un bulbo ha producido vara floral y ésta se ha cortado, el bulbo cosechado resulta con gran parte de las escamas del bulbo madre presentes y cuando se hace la medición de calibre de este bulbo, utilizando todas las escamas presentes, resultará un calibre artificialmente abultado. Lo correcto es medir solamente el bulbo nuevo que se encuentra en el interior, con lo que usualmente este calibre no pasa más allá de 8-10 o menos.
Normalmente el ciclo de una planta de lilium en condiciones naturales se termina en el otoño ya que se empieza a acortar el período de luz de día o fotoperíodo, y las temperaturas descienden gradualmente a medida que se acerca el invierno.
Organización para la cosecha
Antes de empezar el proceso de cosecha deben existir todos los elementos necesarios con el objeto de
no interrumpir la cadena de trabajos hasta embalar.
Ello porque los bulbos no deben ser deshidratados, ni secados, ni expuestos al sol directo, como se mencionó más arriba. Por ello, el proceso de cosecha debe ser continuo desde la extracción del bulbo del suelo hasta la cámara de frío.
Se debe disponer de herramientas, envases, suficiente agua de lavado, bolsas de plástico y turba o aserrín compostado. Finalmente debe existir una cámara de frío para realizar el tratamiento de los bulbos florales y para conservar los no florales.
Cosecha
La cosecha se inicia con la extracción de bulbos desde el suelo. Esta labor si no se hace mecanizada, se puede realizar con herramientas manuales como la “laya”, horqueta, azadón, etc. Con ellas se levanta el suelo completamente con los bulbos incluidos tratando por todos los medios de no romper bulbos ni raíces y no dejar bulbos en el suelo. Conviene retirar lo más posible la tierra adherida al bulbo recién cosechado, pero teniendo siempre en mente que no se debe golpear contra nada muy duro para no dañarlo.
Los bulbos no deben ser mantenidos al sol ya que se deshidratan rápidamente con lo que se daña el potencial de producción de flores. Por ello la cosecha debe ser rápida.
Lavado
Posterior a la cosecha se realiza el trabajo de lavado que consiste simplemente en separar la tierra de los bulbos y bulbillos. Mientras más limpios queden los bulbos mejor será el proceso de inspección de enfermedades, ácaros, daños, etc. El lavado se realiza con agua utilizando cualquier método de manera que se trabaje con agua corriente o no estancada.
Calibración
Una vez lavados los bulbos se realiza la calibración, separándolos por tamaño y por ende por destino. El calibre de los bulbos se determina en centímetros midiendo la cintura en su parte más ancha o perímetro.
Por ello, un calibre 10/12 significa que los bulbos miden más de 10 centímetros y menos de 12 centímetros o miden entre 10 y 12 centímetros.
El trabajo de calibración se puede realizar a máquina con maquinaria especializada que permite regular los calibres a separar o a mano mediante plantillas con orificios por las que se hace pasar los bulbos a medir. Existe también la posibilidad de utilizar una seleccionadora semimanual, que básicamente es un harnero con barras longitudinales separando las barras según el calibre deseado, sin transversales (Figura 6). Para separar diferentes calibres se construyen harneros diferentes y se pueden colocar en serie ubicados desde el calibre menor al mayor. La instalación se hace inclinada, de manera de hacer circular los bulbos arrastrándolos con la mano en los diferentes harnero con diferentes calibres. Desde cada harnero caerá el calibre que corresponda con lo cual se realizará la separación que se ha programado. La separación de calibres se hace normalmente entre –8, 8/10, 10/12, 12/14, donde los calibres menos 10 son material vegetal y los sobre 10, bulbos calibres floral.

Fuente: Manuales FIA de Apoyo a la Formación de
Recursos Humanos para la Innovación Agraria
Para pequeños(AS ) productores(AS ) de la agricultura familiar campesina
Gabriela Verdugo R., Ingeniera Agrónoma. MSc. Universidad Católica de
Valparaíso (Capítulos I, II, III -Cultivo de Liatris spicata, Gladiolo y Fresias-,
IV, V –Cultivo de Lisianthus- y VII -Registros y cálculo de rentabilidad)
• Alejandro Montesinos Vásquez,
Ingeniero Agrónomo. Asesor privado (Capítulo III)
• Francia Zárate, Ingeniera Agrónoma, Ball Chile (Capítulo V)
• Yanina Erices, Ingeniera agrónoma (Capítulo VI - Buenas prácticas agrícolas
en floricultura y uso seguro de equipos de pulverización)
• Álvaro González C., Ingeniero Agrónomo (Capítulo VI -Uso y calibración de
equipos de desinfección)
• Patricio Barbosa E., Ingeniero Agrónomo (Capítulo VII - Mercado de la
floricultura 2006)
• María Alejandra Biggi T. Ingeniera Agrónoma (Capítulo VII - Formación de
equipo y Registros y cálculo de rentabilidad)

La importancia de los viveros forestales

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